Nuestra Historia
40 años de trabajo comunitario en el Distrito 7
Gazteleku se conforma en la época de transición de la dictadura a la democracia, contexto en el que el movimiento vecinal de Rekalde era muy activo (luchas contra la autopista, por la Plaza, el Ambulatorio, el Gabinete Psicopedagógico Haurrentzat, los centros de enseñanza media de San Adrián y Eskurtze, la regeneración urbana y las ocupaciones de viviendas tras las inundaciones del 83, etc.). Un grupo de jóvenes de la Asociación de Familias de Rekaldeberri gesta y pone en marcha el Local de Jóvenes de Rekalde (LjR), dando respuesta a la propia necesidad del grupo, que buscaba un espacio para relacionarse y realizar sus proyectos. Así nace lo que hoy en día es Gazteleku.
Desde el compromiso previo -como Comisión de Jóvenes de la hoy desaparecida Asociación de Familias de Rekaldeberri- en la dinámica reivindicativa, organizativa y movilizadora existente en el barrio en la segunda mitad de los años 70, Gazteleku emerge a comienzos de los 80 como una respuesta a necesidades no cubiertas por las instituciones en el ámbito de juventud.
En un principio, Gazteleku se plantea cubrir sus propias necesidades, como grupo de jóvenes, de un modo diferente al ofertado desde ámbitos eclesiales. Pronto pasa a ofrecer alternativas de tiempo libre a la infancia y a la adolescencia del barrio desde una propuesta de educación en valores laicos.
Su nacimiento y desarrollo en Rekalde, distrito con altos índices de vulnerabilidad social, dotan a Gazteleku de una gran inserción en la realidad sobre la que actúa; de ahí que vea facilitada la tarea de detección de necesidades que reclaman su atención y vaya construyendo una alternativa de cambio social que busca sostenibilidad.
Es por mediados de los ochenta, cuando la situación “alegal” de esta iniciativa empieza a reorientarse: le son cedidos por el municipio bilbaíno los locales previamente ocupados, se constituye y registra legalmente la asociación; se opta por un trabajo de cooperación con las Administraciones Públicas, solicitando y recibiendo las primeras subvenciones de apoyo a las actividades que se realizan; hay una apuesta clara por regular la labor que se realiza, se apuesta por procesos internos de formación (cursos de monitores, directores, ASC, etc)
Han pasado ya varias décadas desde su nacimiento y este espíritu de transformación, compromiso social, creatividad e iniciativa, es el que ha posibilitado que Gazteleku se haya desarrollado superando procesos internos y cambios sociales que se han venido dando.
Gazteleku ha ido variando, ha sido repensado y adaptado a las circunstancias cambiantes. Repensar, volver atrás, renovar…tal ha sido y debe ser la vida de la asociación..
A día de hoy, poniendo atención al agravamiento de las condiciones de vida en el contexto actual de crisis socioeconómica provocada por la pandemia, desde Gazteleku, vemos la necesidad de reflexionar y adecuar nuestra función y nuestras respuestas a la realidad de nuestro territorio.